sábado, 8 de noviembre de 2008

La publicidad de comida en TV incrementa el apetito de los niños

Los niños “gorditos” aumentan su ingesta de comida en más de un 100% al ver anuncios publicitarios de alimentos por televisión. Así lo demuestra un estudio realizado por un grupo de sicólogos de la Universidad de Liverpool en el Reino Unido.
Un grupo de 60 niños de varios pesos, con edades comprendidas entre los 9 y 11 años de edad, les mostraron una serie de publicidades de comida y juguetes, seguidos de una caricatura animada (comiquita/historieta). La ingesta de alimentos luego de las series de anuncios de comida fue significativamente más alta comparada con los anuncios de juguetes en todos los grupos de peso. Los niños obesos incrementaron su consumo en un 134%, los de sobrepeso en un 101% y los niños de peso normal en un 84%.
El Dr. Jason Halford, Director de la University’s Kissileff Human Ingestive Behaviour Laboratory comentó: “Nuestra investigación confirma que la publicidad de alimentos en TV tiene un efecto profundo en los hábitos alimenticios de los niños - duplicando su medida de consumo. El estudio tuvo particular importancia en sugerir una conexión fuerte entre el peso y la susceptibilidad a comer en exceso cuando fueron expuestos a la publicidad de alimentos en televisión.”
Según este estudio y otros que hemos mencionado anteriormente, queda demostrado que la TV puede engordar a los niños.


Publicidad de alimentos es nociva para niños

En un encuentro promovido por la organización Consumidores Internacionales (CI), entre los días 30 de junio y 1° de julio, representantes de Brasil, Argentina, Uruguay, El Salvador, República Dominicana, México, Perú, Bolivia, Ecuador y Chile discutieron temas relacionados con la publicidad de alimentos orientada a los niños. La preocupación se da por el aumento de casos de obesidad infantil en el continente latinoamericano.
En la reunión, las organizaciones de consumidores miembros de la CI resolvieron comenzar a preparase para una batalla contra este tipo de publicidad, pues, más allá de las amenazas a la salud de los niños, implica una visión ética, representada por la manipulación psicológica ejercida sobre ese sector vulnerable de la población por parte de cadenas transnacionales de comida rápida.
Las instituciones afirman que la publicidad de comida rápida crea malos hábitos alimentarios. La obesidad es una de las consecuencias de esas propagandas sin reglamentación. Según informaciones de los investigadores, en Chile, la población menor de 17 años con obesidad y sobrepeso llegó al 60% en 2003, de los que el 30% tienen hipertensión arterial.
En Perú, se estima que el porcentaje de sobrepeso y obesidad es del 52%. En Brasil, son el 30% de los niños con sobrepeso y 15% con obesidad; en los adultos, la tasa de exceso de peso llega al 40%. En México, el sobrepeso y la obesidad en niños de 5 a 11 años de edad aumentó un 40% en un período de siete años (1999-2006), convirtiendo a este país en la nación con el mayor crecimiento de este fenómeno en los últimos años.
Datos de la investigación del Observatorio de Políticas de Seguridad Alimentaria de la Universidad de Brasilia revelaron que la publicidad de alimentos con alto contenido de grasa, sal y azúcar predomina en la televisión y en las revistas brasileras. Fue demostrado que el 18% de los anuncios de alimentos se referían a comida rápida.
En Chile, la publicidad en horarios de programación infantil llega al 10%, siendo los alimentos el segundo tipo de producto más ofrecido a los niños, perdiendo sólo ante los juguetes. En Ecuador, una cadena multinacional de comida rápida visita colegios distribuyendo sus productos mientras presentan espectáculos de títeres.
Estos hechos, según las entidades, muestran la urgencia en la elaboración de una reglamentación sobre la publicidad dirigida a los niños. Además, políticas públicas nacionales, negociaciones con empresas involucradas y estrategias que abarquen espacios regionales y globales van a ser desarrolladas para ampliar la efectividad de la reglamentación.
En Brasil, el reglamento publicado en 2006 tiene actualmente la oposición del Consejo de Autorregulación Publicitaria (CONAR) que llevó el caso a la justicia. Sin embargo, el artículo 36 del Código de Defensa del Consumidor (CDC) y el Estatuto de la Niñez y del Adolescente ya se trata específicamente sobre el asunto.
El Ministerio de Salud brasilero junto con la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) pretende retomar terreno en esta área durante el segundo semestre de 2008.
En esta semana, el ministro de Salud, José Gomes Temporão, estuvo reunido con el Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Consea) para discutir maneras de agilizar la reglamentación.

El peligro de la publicidad
Promoviendo los malos habitos

Investigadores de la Universidad de Stanford recomiendan regular o prohibir la publicidad dirigida a niños.

En un estudio dado a conocer hace unos días y realizado por un amplio grupo de investigadores de la Universidad de Stanford*, se descubrió que la publicidad dirigida a niños tiene un impacto directo sobre sus gustos y preferencias en edades tan tempranas como de los 3 a los 5 años .
En un estudio preliminar realizado por dos de los investigadores del grupo, Borzekowski y Robinson, titulado "El efecto de los 30 segundos: un experimento que revela el impacto de los comerciales de televisión en las preferencias de alimentos de los preescolares", se concluyó que "incluso una breve exposición a comerciales de alimentos en televisión puede influir las preferencias de alimentos de los preescolares. Los nutriólogos y los educadores en salud deberían sugerir a los padres limitar la exposición de los preescolares a los anuncios en televisión".
Para realizar su investigación, los expertos pidieron a los niños de preescolar que probaran comida idéntica en diversos empaques, entre ellos el de McDonald´s, que es la marca de comida rápida más publicitada en Estados Unidos. Los otros empaques contenían colores similares pero sin marcas. Se pidió a los niños que indicaran si el sabor era igual entre los productos o si alguno tenía un mejor sabor. La investigación se realizó con autorización de los padres en seis centros del Condado de San Mateo, en California. Tanto los padres como los niños recibieron la información en inglés y en español, de acuerdo con sus necesidades.
El resultado fue que los niños prefirieron el sabor de los alimentos que asociaban con McDonald´s. Además, aquellos niños que viven en hogares con más televisores o que comen más seguido en McDonald´s prefieren más el sabor de los alimentos cuando piensan que éstos son de McDonald´s.
Los investigadores dieron a los niños zanahorias con la misma variedad de empaques. La mayoría prefirió las zanahorias que asociaron con McDonald´s, a pesar de que eran de la misma procedencia y de que en McDonald´s no se venden zanahorias.
"Es deseable que se examinen los efectos de la amplia y acumulativa exposición que los niños tienen a la publicidad. En nuestro experimento investigamos como el gusto de los niños de preescolar es influenciado por las marcas a través de una publicidad intensa", señalaron los investigadores.
Para los investigadores los resultados de este estudio se suman a una larga lista de evidencias que demuestran el carácter injusto de esta publicidad y sus efectos sobre la salud, por lo cual hacen un llamado a prohibir o regular la publicidad dirigida a niños.
"El estudio se suma a un larga lista de investigaciones que reflejan el impacto de la publicidad en los malos hábitos alimenticios de los niños y que han llevado a la Organización Mundial de la Salud a reconocerla como una de las causas de la epidemia de obesidad que se vive a nivel mundial. Por su parte, el Instituto de Medicina de la Academia de Ciencias de los Estados Unidos ha señalado que la mayor parte de la publicidad de alimentos dirigida a niños es de productos no recomendables para su alimentación", señaló Alejandro calvillo, Director de El Poder del Consumidor A.C.

Calvillo agregó "el caso de México es uno de los más graves por tener, de acuerdo a la información disponible, la mayor cantidad de anuncios de comida chatarra por hora en televisión, tener los más altos índices de sobrepeso y obesidad en niños y no contar con ningún tipo de regulación aplicada a la publicidad de este tipo de alimentos dirigida a niños".
El Poder del Consumidor denuncio en junio pasado a la empresa Kellogg´s por publicidad engañosa que promueve malos hábitos alimenticios. Un par de semanas después, la empresa decidió retirar el anuncio televisivo denunciado.
En Agosto del 2007, El Poder del Consumidor presentó tres nuevas denuncias por publicidad engañosa que promueve malos hábitos alimenticios contra las empresas Nestlé y Kellogg´s ante la Procuraduría Federal del Consumidor y ante la Comisión Federal Contra Riesgos Sanitarios.

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